01 marzo 2007

viéndolas venir...

Algunas personas ejercen un extraño papel en nuestras vidas. Son aquellas que se cruzan en el camino sin cumplir una misión determinada, como puestos en medio de los acontecimientos por azar: ligados irremediablemente a nuestra historia a través de contactos fortuitos cuyos hilos sólo pueden ser manejados por algo más grande que la voluntad humana. Algo que muchos llaman "destino" y, otros tantos, más escépticos, llaman "suerte".

Estas personas son los verdaderos secundarios de la película. Son marionetas de repuesto que el cuentacuentos emplea como último recurso, cuando, por ejemplo, se ha quedado sin cuento que contar, o bien cuando el resto de muñecos está ocupado representando otras funciones. Es en ese instante cuando el cuentacuentos repara en la pequeña marioneta olvidada en el fondo del baúl y la hace entrar en escena. Hay personas que son así. De vez en cuando asoman la cabeza tras las bambalinas, se dejan ver, dan un paseo más o menos escandaloso por el escenario y se vuelven a ocultar a la espera de lo que, o bien el “destino”, o bien la “suerte”, quiera disponer.

Hay personajes que entran y salen del guión sin que nosotros podamos decidirlo. Cuando todo lo externo, todo lo ajeno a las propias decisiones conjura en una dirección determinada, es mejor relajarse en la butaca y ser espectador. Si es verdad que cada uno tiene su papel en este teatro, dejemos entonces que cada uno lo represente libremente. Mantener una puerta abierta al exterior nos puede reportar muchas sorpresas. Aunque estas marionetas tengan solamente un par de frases en el guión, aunque interpretemos a su lado apenas unos días de parafernalia sobreactuada, a veces dejan huellas que, por sí solas, podrían evocar obras de teatro enteras.

8 comentarios:

boavida dijo...

Empiezo y acabo mi comentario desde el más profundo respeto a tus palabras y al sentido de las mismas por supuesto.
Me vino a la cabeza nada mas leer “viéndolas venir”, la típica sección de cualquier publicación con las dos imágenes casi iguales con el título encima de “busque las 7 diferencias” y pensé en poner encima de estos tres párrafos, “busque las siete paradojas”.
Entiendo mi ilustre amiga cuentacuentos, que olvidas hablar de cosas tales, como las circunstancias que rodean a esas personas que etiquetas de “actores secundarios” (no comparto en absoluto el metafórico termino empleado, al menos no, en el contexto que los sitúas); es más que probable que esos “hilos” que “solo pueden manejarse por algo más que la voluntad humana” no sean más que lo que muchos llaman “circunstancias de la vida” y, otros tantos escépticos “piedras en el camino”, a las cuales, quizá si puede tomarse uno la licencia de llamar suerte o mala suerte, según se mire. Para nada creo que esas personas a las que calificas de secundarias aparezcan por azar (la primera vez que te cruzas con alguien si puede ser azar, todas las restantes seguramente no), puede que el destino tenga algo que ver, aunque antes quisiera la definición de “destino” por que me parece un termino bastante ambiguo, abstracto y por supuesto subjetivo (entiendo que todos, con nuestros patrones de comportamiento hacemos mucho por nuestro destino; tanto el cuentacuentos como sus marionetas, sean secundarias o no) y mas aun, ¿por que son actores secundarios?, ¿que les diferencia de los actores principales?, y no me refiero a esas “apariciones espontáneas”, “no hablo de minutos en escena”, ni a la forma en que estos aparecen, sino al fondo.
¿Realmente crees que hay personas que son así?, ¿Qué son así sin más?
Quizás cada vez que tenga que usar la rueda de repuesto de mi coche, abandonada en el fondo del maletero gris, por que el resto están ocupadas o se hayan estropeado por alguna circunstancia y la secundaria salga a escena efímeramente como “ultimo recurso”, me acuerde de estas palabras. Puede que hasta la rueda de repuesto de un coche tenga mas valor que esos actores secundarios, ya que se puede decir que esa rueda es el “único” recurso, que no el “ultimo”.
No negaré lo evidente, y es que hay personas que tienen un papel menor dentro de nuestras vidas (en muchas ocasiones por circunstancias de las que te hablaba y en otras por que no le queremos dar más relevancia en escena o un papel mas importante), pero en ningún caso, y lo digo honestamente, les puse una etiqueta tan ¿triste?… “ultimo recurso con forma de marioneta secundaria de repuesto, que vive en el fondo de un baúl”, y desde luego jamás interpreté ni interpretaré junto a estas personas ningún tipo de parafernalia sobreactuada.
Ni si quiera una gran actuación de estos “secundarios”, dejando una enorme huella salva el triste devenir que tus palabras les otorgan, salvo por esa ventana abierta. Al fin y al cabo como dijo Warhol, todos tenemos derecho a nuestros 15 minutos de gloria (me pregunto si incluía también a los secundarios)
Me quedo con esa ventana abierta al exterior y con las sorpresas que esta depara.
Besos y perdón por tan lato comentario, que no deja de ser una introspección muy muy personal.

GiraLima dijo...

buenas querido amigo,
del mismo modo que lo tuyo ha sido una introspección "muy muy personal", la mia es, a su vez, una pequeña metáfora que explica algo personal. Lo de entender "secundario" como despectivo es tu forma de ver el adjetivo. Para mi, secundario es, simple y llanamente, lo que es: alguien que no forma parte de tu vida habitualmente. Fin. No hay más vuelta de hoja. Y en ese caso, sí, hay muchos grandes secundarios. Creo que el tono moralista no pinta mucho en esa definición. Para mi, es más bien realidad nostálgica.
Besetes

boavida dijo...

De mis palabras,ilustre y lejana cuentacuentos, releidas ante la duda que me estaba asaltando tras su pequeña metáfora, no extraigo en ningun momento la idea de "secundario" como despectivo, aunque si releo las tuyas, las primeras, no deduzco nada bueno de lo de "último recurso" o "parafernalia sobreactuada".
En cualquier caso mi sensación al leerlo (que supongo que al escritor lo que le interesa saber es lo que transmite al lector con su texto), no ha sido la de haber asimilado al "secundario" como algo despectivo, sino mas bien como una figura tratada de manera triste y olvidada.
personas distintas, puntos de vista distintos.
bss

GiraLima dijo...

sí, es verdad. esa es la idea exacta que quería transmitir: "triste y olvidado". Me alegro de haberlo conseguido.

Anónimo dijo...

vaya...a mi todo esto me trae a la cabeza lo de la canción " y al final,unos que vienen otros quedarán,tarararararara...la vida sigue igual".Creo que las personas,sean actores primarios o secundarios,son lo que nos ayuda a ser como somos.
Desde mi ventana al exterior, construyo castillos desafiando a la ley de la gravedad con el que hoy está conmigo (y mañana puede no estarlo). El destino, la Providencia,la buena suerte...el caso es que están a mi lado ( dos minutos,dos horas,dos días,dos semanas, dos meses,dos años...) y no me dejan indiferente.Sólo espero que me ayuden a sacar de mi mi mejor yo ( aunque sea a través de la pena que me crea su frivolidad o su egoismo).
Personas distintas,puntos de vista distintos. Lo importante no es el punto de vista sino la persona ¡la persona con todo lo que eso conlleva de autenticidad imposible de repetir! además hay más personas distintas con puntos de vista comunes...si en el fondo todos estamos hechos de un mismo barro.

Anónimo dijo...

CAda uno es el protagonista de su prpia historia, pero esta no es ni mucho menos la única ni la mas importante tampoco ( tampoco la mas importante para uno porque tu historia siempre depende de la de otros...). A su vez, ttodos somos secundarios en otras vidas. En este teatro infinito no se salva ni el apuntador...
Si quieres que tu vida imite al arte no dejes que se convierta en mentira.
No te bebas el viento a sorbos y creas haberlo probado todo

Levita dijo...

Me gusta la última frase de este anónimo.

GiraLima dijo...

sí, la verdad es que este anónimo ha dicho muchas verdades.