Descubrir una voz que habla por ti no es una cosa que suceda todos los días.
Descubrir que existe algo que te emociona tan adentro que piensas que el interior es parte de la piel, no ocurre tan a menudo.
De vez en cuando la empatía o la capacidad de sentir a ciegas, por no hablar de otros sentidos, se desbordan como cauce de torrente estival regresando a su camino natural a borbotones.
Te ahoga la sensación de frescor.
Glups.
Qué placer beber agua
creyendo no tener sed.
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