Si me dan la
levedad del ser como algo irrefutable
si todos
contra mi hacen sus apuestas
el juego de
suma cero se vuelve suma contra el resto
y me quedo
sola
Apostaré
por mi, que sois todos
por esta
especie de símbolo en forma de paloma
que sin ser
adventis, ni yuyo, ni topacio
me anida el
pecho
y podré
gritar -ahora sin miedo pero sí con dudas-
“soy los
demás cuanto más soy yo misma”.
¿Qué
tenemos que nos separa tanto?
¿Una
diferencia de cartílagos, de músculos, de vísceras
quizá
alguna otra esdrújula que nos componga
como seres
que viven y sienten
pero viven y
sienten tan distintos que se creen otros seres?
Si está
oscuro
Si no vemos
ni nos vemos
¿Acaso no
se vuelve más brillante mi llama al lado de la tuya?
¿No
alumbras mi ignorancia con la misma voluntad que alumbras tu camino?
Y yo me
vuelvo recia en mi debilidad solitaria
tanteo el
universo en las yemas de tus dedos
todo lo
recorro
todo lo
siento
todo lo vivo
saboreando
en la piel humana el aroma a hambre
de los
saberes del pasado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario