28 marzo 2010

arriaga

Si me pongo la mano en el estómago siento el corazón palpitando con fuerza como si me hubiera tragado un reloj o un pequeño mamífero nervioso Es que acabo de quedar contigo y como siempre, no ha pasado “nada” aunque como siempre que quedo contigo, han pasado muchas cosas Me has preguntado que si escribo más prosa que poesía, hemos hablado de la peli biográfica de bob dylan, mientras los dos por separado jugábamos a hurgar en la tierra con ramitas tirados en el césped a pesar de que empezaba a llover Cómo se nota que nos da igual mojarnos porque sentimos la lluvia como parte del todo del mismo modo que el todo es la tierra que se ha quedado atrapada en la lana de nuestros jerseys de lana y la lana que me envuelve la piel mullida y frágil cuando, como siempre que quedo contigo, hablamos de mil cosas inconexas estableciendo nuestro propio nexo en este irnos conociendo suave Y qué pena que hoy que han cambiado la hora, no haya podido retrasar maquiavélicamente el reloj para aprovechar esos 60 minutos, resucitarlos a tu lado mientras seguimos hurgando en la tierra con ramitas y hablando de bob dylan o mejor aún que cantes algo suyo mientras llueve (y que llueva lo que sea)

No hay comentarios: