"Qué clara está la noche
y qué hará tu ventana encendida",
me pregunto bajo la luz naranja
de tu alcoba
mientras la luna ilumina el camino a casa.
El pasto verde es negro ahora
la noche está clara
y tu ventana, encendida
Quisiera entonces ser caracol con alas
para escalar a tu altura,
derrumbar el cemento
y que tu pecho ande,
por fin,
descalzo
calcando mis huellas.
Sabría así si lo que te aflige es tormento
sabría elegir entre dimitir o el rezo,
entre herir más o dejarte la herida
Qué clara está la noche,
noche triste y sentida
que hoy tu ventana es el cuento,
y yo la princesa dormida.
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