Hoy es el final de muchas cosas. El final abrupto que llevo cocinando a fuego lento varios años. Podría haber sido diferente, podría haber sido más doloroso o, simplemente, menos triste. Pero las cosas son como son y a veces es mejor no hundir dedos en llagas propias. Hay transiciones que es mejor realizar sin pensar demasiado en ellas. Me espera por delante un día muy largo y quiero dejar constancia de esta sensación de papel en blanco que se extiende ante mi para las próximas 24 horas. Inconclusa, esbozo de verano. Es así como me siento. Inconclusa y contrariada.
Mañana empieza una vida nueva. Siempre una vida mejor. A eso se le llama optimismo; a lo que dejo atrás, pasado.
Me voy de Madrid. ¿Punto y aparte?
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2 comentarios:
gracias levita, aunque el año que viene aún tendremos alguna que otra noche madrileña más para disfrutar. Estaré con un pie dentro y otro fuera, pero estaré... supongo. besos!
es una pena, pero bueno, me alegro por ti, creo que te vendra de puta madre. eso si, espero vernos antes un par de veces, no? un besito, primika
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