Vamos a jugar a los dados para a ver quién corta el pastel. Y luego nos chuparemos los dedos. Tú los míos, yo los tuyos. Todo para decidir quién se lleva la mejor parte, aunque los dos sabemos que eso no es lo importante. Porque lo verdaderamente divertido no es obtener el pedazo más grande y más dulce, sino tirar de esta cuerda que nos une, ponernos a prueba. Ver quién puede más, quién es más listo o más tenaz. Quién llora antes.
Vamos a echarnos a suertes el rumbo ofidio de los labios, la actuación estelar, el primer premio de pies descalzos. Vamos a dejarlo todo en manos del azar. El único modo de tornar diáfanas las elecciones que nos han empujado a vivir en un calendario que todavía no existe. Tú, yo y las eses de la cascada. Tú, yo y las seis caras del estío.
Vamos a echarnos a suertes el rumbo ofidio de los labios, la actuación estelar, el primer premio de pies descalzos. Vamos a dejarlo todo en manos del azar. El único modo de tornar diáfanas las elecciones que nos han empujado a vivir en un calendario que todavía no existe. Tú, yo y las eses de la cascada. Tú, yo y las seis caras del estío.
No hay comentarios:
Publicar un comentario