09 noviembre 2008

Non, je ne regrette rien

es la fuerza del impulso lo que marca diferencia
el número de pasos que admitimos desandar
a la espera de un abismo
o descubrir un continente

y yo
retrocedería hasta la placenta

qué deseo extirpar de mis disfraces
de los detalles de lentejuela
que me alejan la carne
y me lanzan ingratos
inanición de rutina

estoy dispuesta,
como siempre lo estuve,
a blandir mi esfuerzo
sobre cimientos de lo justo
a pesar de la débil línea
en la que puedo errar
a pesar de lo incauto de las elecciones
si a mi lado no encuentro apoyo
o la misma energía dispersa
que hay que trabajar
para que siga mi sino

amando siempre por dentro
confiando mi delicado aroma
de niña eterna
a la mujer que seré algún día

pero tengo vanidad y fuerza
que apostar

tengo esa forma de saltar en picado
que asusta a tantos
y hasta a mi misma

siempre supe que era noria
sin algodón de azúcar en panorámica encendida

pero no,
no me arrepiento de nada
ni siquiera de aquello que podría obviar
sólo con saber quién comparte mi camino

desde ese mismo impulso que me arroja hacia adelante
y que a veces me sublima el lecho
no me arrepiento de nada
que pudiera quebrar la voz

de nada y ni siquiera de decirte,
aunque me ahogue la vergüenza,
"sacrifícame los días"

2 comentarios:

Anónimo dijo...

me ha encantado...

...sólo con saber quién comparte mi camino...

un besazo guapisima!

Margarita Franco Sanagustín dijo...

Y yo, sin embargo, no dejo de arrepentirme del pasado, ¿por qué será?