08 noviembre 2012

veintegotas

Sólo hicieron falta 20 gotas para llenarme, rebasarme, causar la extinción de todas las especies de amor de fauna terrestre, acuática y de la vida de los astros.

20 gotas y se inundó todo. Me ahogo. No me cabe más en el pecho.
La gota 21 es un puñal en piezas de puzzle,
es hecatombe y dueña del futuro desatando el caos
en este reino que gobierno con poco tino.

Picos, pupilas, escamas y mares.

Instrucciones en el envase.
Conecto a la red tu interruptor
Abro la puerta y carrusel.

Cuenco hecho con manos
Con la boca abierta pidiendo
cuando el beso es agua y precipita 20 gotas,
matemática de lengua en el valle

Por su propio peso, porque no se puede evitar ser víctima de la gravedad de los cuerpos
Por el grosor de la expectativa y una página descalza.

Cuando línea de fuga y línea de meta y línea del folio
Son lo mismo.

Línea con la que perpetrar un récord.
Varios puntos aleatorios que, unidos, conducen al mismo punto:
ese que tú llamas labio,
el que yo llamo gota
y que apellido océano que se apoya en la sangre.

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