28 mayo 2014

Labiografía

Para llevarte conmigo memorizo el contorno de la boca, los giróvagos del pómulo, ese trayecto dulce naciendo del abismo que resbala por la frente hacia la alberca lagrimal. Tus ojos son puertas a lo líquido del sueño.
Podría columpiarme en tus rasgos y desde ahí ver amanecer una lluvia de pinceles que nos baile de cerca mientras aprendo su impulso de fibras lamiendo acuosas el perfil del rostro, dibujando tras su vaivén el iris exacto, el ombligo centrífugo, la torsión del hombro sobre mis besos. Todo tu cuerpo un cuadro y mi mano, juguete de niña borrando letras en la arena de tu abdomen.

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