Hay partes de mí que sí que podrían parecerse a
algo inmutable
a algo sólido y con aspecto de cosa vana,
pongamos, por ejemplo, una roca.
El resto es puro aire y quizá más leve que el
propio aire
y quizá, en este instante,
ya está en otro lugar que no es el papel.
Pongamos, por ejemplo, que está en tus manos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario