02 marzo 2014

Parto


Fui más yo cuando tú eras bruma
Ahora que me inundas, soy testimonio
Busco una huella dactilar
que me recuerde el nacimientos de los cisnes.
El día en que el pico agrietó la cáscara
todo lo blanco, lo vacío, toda la pureza.

Fui más yo cuando el mundo te alumbraba
Tu cabeza se abría paso en los muslos del temblor
y salías, rojo y débil
a morderme de puntillas el pecho
rebuscar en los diarios,
tentarme con el brillo.

Fui más yo que ésta que soy ahora
un amasijo de ardor
intentando devolver al útero
un amor ya crecido.

No se puede empujar las voluntades
cambiarlas de lugar,
mudarlas a cuerpos menos blandos.
No se puede revertir la mitosis
exigirle a este corazón que se vuelva piedra,
o la mezcla originaria de cuando fui más yo
y tu súbita llegada al mundo
apenas significaba nada.

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