Miro y admiro
observo y relamo
tu útero, hermana,
tan lleno de respuestas.
Tan pleno y luna erguida
que sólo me tienta
empujar la corriente con las manos
intentar, como pez creyéndose el agua,
ser quien aviva el río.
Delineo tu interrogante,
la curva con punto y seguido que dejaste abierta
y me cuestiono, hermana,
si la confianza no será barro en las manos
y este palpitar, pálpito de nada.
Mientras tu corazón de fresa
estoico y elegante
se mece sobre la pared
clavado en una aguja,
cruzar el universo
semeja una batalla;
tu consejo, antiguas vidas,
tu sol de postre, eterna llama.
Miro y admiro tu útero fértil
te sigo despierta
dormida me sanas.
la era, que dicen, está pariendo un corazón
-
no se si saben ustedes que yo en mi vida cotidiana, vida normal, acometo
experiencias. otro día les cuento. hay veces que las experiencias tienen
zero i...
Hace 3 semanas

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