Cuando tenía 14 años y lloraba por el primer amor perdido mi madre me dió un sabio consejo. "Tú tranquila hija", me dijo. "Hasta que no hayas repasado el alfabeto entero mejor no te conformes con ninguno". Ese día comencé el inventario de hombres. Ayer volví a llegar a la letra A y todavía no te he conocido.
taller 3 de marzo
RODRÍGUEZ
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a veces me acuesto temprano y claro me levanto temprano fresco de tiempo,
hoy he leído el don de la ebriedad de Claudio Rodríguez y me tenía que
aprende...
Hace 5 días
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