Cuando tenía 14 años y lloraba por el primer amor perdido mi madre me dió un sabio consejo. "Tú tranquila hija", me dijo. "Hasta que no hayas repasado el alfabeto entero mejor no te conformes con ninguno". Ese día comencé el inventario de hombres. Ayer volví a llegar a la letra A y todavía no te he conocido.
taller 3 de marzo
¿PERO TÚ QUÉ ME CUENTAS?
-
Y la ratita presumida al gato le preguntó:
- ¿Por las noches qué harás?
El gato bostezó y respondió:
Por la mañana pereza y por la tarde un pernod.
Por la...
Hace 6 días
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