Cuando cruzo el puente de San Antón un día de lluvia sin paraguas puedo veros como sois, luchadores bajo el viento, guerreros de las telas enlazadas con varillas azuzados sin piedad por el rayo que no cesa.
A veces hacéis que salga el sol porque nada puede más contra el mal tiempo que una sonrisa que ceder a la rutina con generosidad de madre por un sueldo. Nada puede con vuestras sombras y tempestades.
A veces ser joven o viejo es una diferencia sin peso entre las pupilas que cruzan la calle.
taller 3 de marzo
¿PERO TÚ QUÉ ME CUENTAS?
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Y la ratita presumida al gato le preguntó:
- ¿Por las noches qué harás?
El gato bostezó y respondió:
Por la mañana pereza y por la tarde un pernod.
Por la...
Hace 6 días
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