Podría encontrar consuelo en escribir
desde otros ojos para cambiar el color de los míos, estos de iris de
niebla. Pero es la pátina brumosa, será, la que hace que al final
la mirada de lo escrito se vuelva -definitivamente- hacia lo visceral,
agrietando mi córnea.
¿PERO TÚ QUÉ ME CUENTAS?
-
Y la ratita presumida al gato le preguntó:
- ¿Por las noches qué harás?
El gato bostezó y respondió:
Por la mañana pereza y por la tarde un pernod.
Por la...
Hace 6 días
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