Si yo soy la playa en que el mar
insiste
En ti hay algo de espuma batida,
de golpe de arena,
de lento desembarco.
Si soy bahía o acantilado
Si marisma o delta
que sea tu proa la que adivine
istmos y barrancos por los que derrapa
el agua.
De lo líquido a ser vapor,
mordiscos en pleno amerizaje.
Retornar con la marea queda más allá
de mi impotencia de orilla.
Un recipiente: sólo soy un recipiente.
Uno que respira ahogándose
robando instantes de vida al oxígeno
mortal.
Murmullo de barro
que cincela mi seno y lo vuelve pesado
en el hueco de tu palma.
Dentro de la vulva, la perla.
Y olas y más olas reflotan el barco,
el pescador, la astilla.
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