Hubo un mar muerto de palabras que no supe leer.
Ahí quedó todo: flotando en la superficie.
Las olas lamían queriendo más cajas de Pandora,
más Ícaros inmolados
y yo y mi ilegibilidad danzando en la cubierta del ópalo.
Yo y tu dermis, nariz triangular o impás en la plegaria.
Yo y tu esfinge.
Que el tiempo ni el pálpito saben inocularte trasiego.
Trabajo descalza sobre tu vientre irregular.
Para seguridades ya tengo tu rostro.
No amar en tu idioma es lo mismo que buscarme entre líneas.
te recuerdo como eras en el último otoño
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Lertse suele hablarme en nepalé y casi todos discursos están basados en el
conocimiento y en la autoayuda. habla bien, hay introspección. habla bien y
apre...
Hace 5 días
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