18 marzo 2007

esfera paralela

¿en qué instante soy esfera y en cuál me torno mapa?
bola mágica en la mano, ardid del tacto eterno
no soy sino piel plena rodando
-
y me aferro a tu espalda giróvago del tiempo
y hundo curva aspiro aliento:
como pieza puzzle en tu colmena
sólo piel plena rodando

12 marzo 2007

naufragio en la cocina



veo caer, lentamente, la última gota que derrama el vaso
flota comiéndo aire, este leve azul de agua
veo lago lamiendo el borde, suicidio colectivo en la encimera
mientras lo inevitable roza el suelo, vuelve lluvia sobre mojado
("Imágenes binoculares", Víctor Mira)

08 marzo 2007

vinculante

condicional me sabe amargo
como sacrificio de reloj a mediodía,
cuando resuena el tambor de sangre
y nadie quiere asumir pecados

¿y si los dioses no admiten reglas?

condicional lee en mi las agujas
el fino metal que rompe pieles
punzando sobre la sien con hierro encendido
no es si no cláusula de la Reconquista

me llevan con ellos, por el desagüe, todos los pactos firmados

03 marzo 2007

vaya tela el corán

Es normal que no suene extraño todo aquello que alguien pueda decir con más de un par de copas en el estómago. Y es aún más normal que, después de un largo día, el resultado de nuestras divagaciones alcance límites insospechados tras ese famoso par de copas solitarias. "El tiempo es una mierda". Fin de la divagación.
Hoy ha sido un día realmente largo, así que no es mala idea terminarlo tranquila, bebiéndome una copa, agradablemente recostada sobre mi cama gigante y mi teclado, siempre tan atento. En estas últimas 24 horas he sido víctima de una revolución emocional: todos los estados de ánimo posibles se han batido en duelo para acaparar una posición dominante en el trono de mi cabeza. Al final he ganado yo, la chica normal y corriente; la que hoy no tiene ni porros ni compañía en las primeras horas del sábado. A un lado el Corán y, al otro, ron negrita. Menuda blasfemia. 100% "haram".
Dentro de 3 semanas me voy a Marruecos. Esta va a ser mi 3ª visita a "al magreb". Mi madre pregunta que si no tengo más países que visitar. La pregunta está mal formulada, porque, en realidad, debería preguntarse "qué países no quiero visitar". Voy a ponerme a hacer una lista mental antes de dormir.
Mahoma es un personaje muy curioso. Espero aprobar mística islámica. El profesor no me ha dado muy buen rollo, la verdad. No es mal tío tampoco, y creo que voy a aprender (lo más importante en esta historia, ¿no?) pero acostumbrada a la ineptitud de los "renombrados" profes de mi facultad, los de filología árabe parecen, más bien, "profesores de verdad". Acojona, ¿eh?
No entiendo a las grandes religiones monoteístas. Judaísmo, cristianismo, islám. Son tan parecidas en tantas cosas que dan ganas de vomitar. Menudo fraticidio. ¿Realmente somos tan influenciables? Nosotrxs, educadxs en la religión cristiana, sin tener, en la mayoría de los casos, ni puta idea de lo significa, teniendo prejuicios contra una religión con la que hemos convivido siglos... ¿Algunx de nosotrxs tiene idea de en qué se basa nuestra propia religión? ¿Cómo podemos ponernos a juzgar cualquier religión existente? Hay demasiados temas sobre los que autoreflexionar como para pararse a analizar la viga en el ojo ajeno.
Voy a seguir con el Corán un rato antes de acostarme, a ver si, encontrando aún más puntos de conexión con mi cultura, descubro alguna pista...
Vaya por dios! (nunca mejor dicho) se me ha terminado el cubata...

01 marzo 2007

viéndolas venir...

Algunas personas ejercen un extraño papel en nuestras vidas. Son aquellas que se cruzan en el camino sin cumplir una misión determinada, como puestos en medio de los acontecimientos por azar: ligados irremediablemente a nuestra historia a través de contactos fortuitos cuyos hilos sólo pueden ser manejados por algo más grande que la voluntad humana. Algo que muchos llaman "destino" y, otros tantos, más escépticos, llaman "suerte".

Estas personas son los verdaderos secundarios de la película. Son marionetas de repuesto que el cuentacuentos emplea como último recurso, cuando, por ejemplo, se ha quedado sin cuento que contar, o bien cuando el resto de muñecos está ocupado representando otras funciones. Es en ese instante cuando el cuentacuentos repara en la pequeña marioneta olvidada en el fondo del baúl y la hace entrar en escena. Hay personas que son así. De vez en cuando asoman la cabeza tras las bambalinas, se dejan ver, dan un paseo más o menos escandaloso por el escenario y se vuelven a ocultar a la espera de lo que, o bien el “destino”, o bien la “suerte”, quiera disponer.

Hay personajes que entran y salen del guión sin que nosotros podamos decidirlo. Cuando todo lo externo, todo lo ajeno a las propias decisiones conjura en una dirección determinada, es mejor relajarse en la butaca y ser espectador. Si es verdad que cada uno tiene su papel en este teatro, dejemos entonces que cada uno lo represente libremente. Mantener una puerta abierta al exterior nos puede reportar muchas sorpresas. Aunque estas marionetas tengan solamente un par de frases en el guión, aunque interpretemos a su lado apenas unos días de parafernalia sobreactuada, a veces dejan huellas que, por sí solas, podrían evocar obras de teatro enteras.