26 enero 2013

Desde el ático


Ergástula:
el edificio que hay en mi
el edificio que no soy
artífice de nada.

Encontrar la libertad
en un zapato
en adobe
en tiniebla

escondida tras
a saber por
denegar vida

barrote-acero-llave
realidad-posibilidad-cambio
ontología-política-metafísica

y dónde echar amarras
por qué levar el ancla
y cuándo arriar las velas

El amor, ventana alta
el amor, ergástula,
escalera de incendios.

La chispa precede a la llama
la cerilla frente al poder del mechero
seré candente pero candil en mano
alumbro un camino-meandro que sacie.

24 enero 2013

Amalgama


No es momento de nada.

No es momento de ti,
ni tus migajas forman un bocado
que sacie
ni las mías un guijarro
que se deslice en puzzle diligente
hacia el hueco que dejaste
para sellar la grieta.

Crono engulle
-bostezando-
en goteos y quimeras
el momento de la nada
para recibir abrazos.

No es momento,
ni el tiempo existe
en tus ojos-fotograma

Tanteo.
La luz apagada.
La palabra y el secuestro.

Quizá un juez me diga
hasta dónde llega esta afasia
de pulmón relleno.

No conviven bien
las certezas con mis dudas.

No es momento.

Aborten la posición de salida inmediata,
las mesitas pueden volver a desplegarse,
desabrochen sus cinturones,
enciendan los aparatos electrónicos
y en código binario
reciten que “om mani padme hum”
porque no existe el tiempo.

No hay turbulencias.

Sólo este vacío
que nadie sabe bien con qué combina.

Con el azul escarlata
me puedo comer el mundo.
Con que el mundo no me coma a mi,
tengo suficiente.

Aún me quedará bastante pigmento
para terminar de pintar este horadar
de la arritmia y el engrudo.

No es momento de nada.
Congelada.
Piel tambor.

Hay un segundero girando hacia atrás
en la mesita de noche.

Cada movimiento,
un retorno.

Hubo una vez en la que mi cuerpo era uno.

En este instante,
Sólo en este instante:
arritmia y engrudo.


23 enero 2013

Fábula

Érase una vez un grupito que se juntaba
más bien para escribir,
más bien para ser más siendo juntos,
más bien por juntarse,
más bien que mal

que más bien era un grupúsculo,
un triángulo,
una esquina reiterada

Soledades en tridente:
pieles hay muchas
nuestras, menos.

21 enero 2013

Perfezione, tutto alla perfezzione

Tropecé:
a veces pasa.

Menú para inapetentes:
Plato 1- un dedo
Plato 2- lengua, grieta, nuca
Plato 3- vendaval

Me arranca la arritmia
un metrónomo esquimal.

Arlequín quiere ser escritora
pero Capote le exige
"diálogo,
estructura,
cadencia
y corazón".

Poetas conversos, a repetir: ¡“es el fin”!
Vuelven los cuentos mientras el útero digiere
la última poesía que no quiere ser dada a luz

Tropecé:
La tráquea mide once kilómetros con sesenta y cinco sueños de Kafka.

A repetir:

Se termina la tiza.
Llega Baco enfundado en un caftán
Danza Alf lila wa lila porque es queer
Y yo estoy en ese borde del cráter
que puede decirse “sequía” a pulso con el fuego

Si el metrónomo me ama,
si se posa en mi lengua y el resto deja de existir
quizá no sienta finales.

Se ve que Capote reescribía el mismo párrafo
una y otra vez.
Gastaba papel, café
hasta que quedaba perfecto.

Tanto camaleón no podía salir de ningún otro sitio.

En Marrakech viven en jaulas.
Miran con esos ojos que enfocan a todas partes,
360 grados encontrándose contigo
pero no pueden salir.
Los camaleones no pueden salir
mas que de las teclas de Capote.

Reescribir, repetir, re, re, re.

Reducir
Retirar
Remis
Retoque

Sólo un pequeño retoque más.

Mesías


La verdad llegó contigo:
La verdad del verso.

Carne que luego
no es carne.

que luego
me dice “no somos”

-sincera-

me dice “no somos”,
me corta la lengua,
provoca LETARGO.

Y ya no quiere oírse a sí misma
porque escribe sangre

Y es el fin de las raíces
que nacen en el cielo.

16 enero 2013

Novedad en el estante de las tonterías


El poema antes de morir el día
de volverme cebo para Morfeo
Vestal del capricho que a veces
es vegetariano y otras, pura carne

El poema antes de la noche estrellada
de que el último perro sea paseado por Parque Centenario,
de bajar las persianas para evitar los spidermans de Buenos Aires

El poema reafirmando el último vaso de vino
blanco, fresco, insomne.

El poema antes de llorar la cama.

El poema como arma real contra la irrealidad del solitario
que la solitaria se sacia sola y
cuenta un cuento en las esquinas.

Siempre el mismo cuento.
Siempre la misma solitaria.
Siempre el mismo poema
O el poema mismo.

El poema como contractura,
como color de fondo después de escribir ficciones
un grafismo chino que no significa en chino nada
y en mi idioma lo dice todo.

El poema que busca a Jodorowsky.

El poema.
Está aquí.

Si deseas subir al árbol de nubes, pasa a la página 14.
Si prefieres saltar a la comba, pasa a la página 36.
Si quieres seguir escribiendo, abre la nevera y termina el vino.
Si mañana será otro día, cierra el libro de una vez.

11 enero 2013

La espera


Podría ver la espera,
una raíz hablando,
la sonrisa de los muros
cuando se agrieta un recuerdo

Escarbar parece el juego de un reloj,
pero escarbo.

Arranco trocitos de cáscara
-que nunca sale entera-
con el borde de las uñas

Y aspiro algo que todavía huele a ti
pero que ya tiene otro nombre

El eco se llama
a la vuelta de la esquina
como se llama el humo

Me muevo por el día
como tinta en el papel