17 diciembre 2008

automático 7



esta noche no he ido a jugar al bosque ni a rebozarme con lobos en claroscuros de árboles. he abandonado la jungla para venir a este prado de duendes tiernos amarrando el espacio y decadencia de mis neuronas tristes. he elegido, como señora de los dados, o señorita sin remilgos, destruir las arrugas como si fueran pliegues evaporándose al calor de la plancha, con el ardor aplastante que supuran las yemas de mis dedos. así me precipito. es la aguja reverso del pinchazo y la gota de sangre, quizá mares para ácaros, mares rojos de Poseidón ofendido. tengo un gancho en la guantera que desmiembra los colchones, bien llamados tumbas de lo perfecto. santuario de segundas intenciones a la espera de mis sueños. sigue esperando... a lo mejor llega tarde el autobús y, así, terminamos de cenar tranquilos. me ha gustado tanto el postre que podría repetir, masticando sobre tu vientre migajas de gorriones. seleccionando con mi pico de pájaro y alas de manzana los rescoldos de este orgasmo que aún me palpita en las raíces. todavía se retuerce. tengo tanto que decir que no puedo cerrar la boca, el buen aislante del error tardío. esparadrapo para robots, máquinas del tiempo que son animales del espacio. en medio de tantos túneles hay el doble de luces de fondo, de fugas de primavera golpeando la tierra desde el hades. toda vida tiene derecho a nacer y derecho a sesgar sus pasos. hay que exigir con por favores más caricias al mundo. dadme sólo 100 palabras y aún sobrarán sentimientos. desde que recogía cerezas en el patio de la guardería a la colección de fotografías acumuladas en la mente. en el periódico de mis amaneceres se prensa tinta sobre papel a toda prisa y con tantos fallos de imprenta como lunares tiene el cielo esta noche que no he ido a jugar. esta noche sin bosque ni lobos.

oferta y demanda

voy a hacerme la elegante,
aquí con mi lambrusco a medias,
sentada sobre lo que creo
como si fuera dueña del mundo

este mundo mío

automáticamente cierro las piernas
coloco la espalda en posición vertical
y enciendo el pitillo balanceando el pie

"¡ja!, ¿a quién pretendíais engañar ahora?"
me dan ganas de espetar con el humo
oscilando entre los dientes al poner cara de altiva

y mientras tanto
todo sigue girando bajo los tacones
como si la aguja fuera el péndulo de foucault
y la miseria alga color agua
que atraviesa la faringe

mi faringe de faraón sediento

que durmamos bien

en realidad no quería decirte "buenas noches"

habría preferido otra frase para aderezar el despido nocturno
quizá rociar con algo picante tu mente
o rozarte la espalda con voz de sexo descodificado

pero no "buenas noches"

qué soez mentira

14 diciembre 2008

catarata

todo lo que toco, veo, mimo, siento
no son más que cometas en el aire
un palo de libertad vestido con la tela de mis telares
el bastión firme aguantando confianza sobre vela
timón que me sacude bajo Bermudas mermadas

salvadme, que aquí estoy
a nudos de distancia de la soga de vuestras vidas
que quizá sin ser tesoro, ni brillo, ni doblones
pueda usurpar un corazón de cofre animal

cuántas bitácoras tendré que limar
a tientas y a locas
cada noche de veneno,
que todo lo que toco, castigo o piso
se vuelve pasto en el presente,
ciénaga de prisa

mi esófago es la canoa que digiere los tropiezos
el músculo atlante hundiéndose en profetas
y allí abajo solamente esperan

cataratas