18 febrero 2013

Ropa Antigua


Ya conozco este jersey,
Cada punto de él que me anuda y calienta ese otro punto de piel que soy.
Por pequeñas unidades, me desnudo, me visto de crisálida donde descansa
esta metamorfosis que se une a mi en el hilar de las alas

Formol es todo lo que tengo
Compacta y conserva el vestido de los días

Siempre tendré 20 años y el rojo me sienta bien sobre todo en primavera.

El vestido rojo, túnica de místicos,
Toga de los bárbaros,
falda que no envuelve.

El kimono regalado,
un caftán para las diosas
y allí donde nace el pecho, collar de caracoles.

Ya conozco el algodón que la lana me lycra.
Es igual al nylon de cáñamo que teje mis impulsos
Frunciendo las agujas con un sonido
que suena a sínodo y a espalda caliente.

Y que trepa,
que trepa hasta cubrime en seda.
Toda por dentro gusano
y en el fondo de su espera,
una mariposa libre.


Desde la niebla (II)


Poema I

De rodillas
Una genuflexión eterna
Comunión o castigo
que son la misma forma de redención
de llegar a la puerta de Nada
foso en el castillo

pedir perdón, rogar, la cúspide

De rodillas
Aspirar la ceniza
de eso que llaman duende
inspiración
o climax

Nirvana orando

quemarme el pulmón
con minería a cielo abierto

Branquia abierta
y el cerrojo sólo en reverencias

Me inclino
en dirección a tu pecho

pido socorro
linternas o luciérnagas

me inclino,
con las manos digo hola
ante la estupa dorada
el saludo cósmico llamado Lamento

Es una figura como espiga
(lleva pantalón azul
y camisa blanca)
que ya ha hecho sus ofrendas

hoja de plátano,
incienso,
semilla y flor.

La madre Ganga,
proveerá

se llagarán
rodillas en sangre,
girando en procesión


Desde la niebla (III)



Si me dan la levedad del ser como algo irrefutable
si todos contra mi hacen sus apuestas
el juego de suma cero se vuelve suma contra el resto
y me quedo sola

Apostaré por mi, que sois todos
por esta especie de símbolo en forma de paloma
que sin ser adventis, ni yuyo, ni topacio
me anida el pecho
y podré gritar -ahora sin miedo pero sí con dudas-
“soy los demás cuanto más soy yo misma”.

¿Qué tenemos que nos separa tanto?
¿Una diferencia de cartílagos, de músculos, de vísceras
quizá alguna otra esdrújula que nos componga
como seres que viven y sienten
pero viven y sienten tan distintos que se creen otros seres?

Si está oscuro
Si no vemos ni nos vemos
¿Acaso no se vuelve más brillante mi llama al lado de la tuya?
¿No alumbras mi ignorancia con la misma voluntad que alumbras tu camino?
Y yo me vuelvo recia en mi debilidad solitaria
tanteo el universo en las yemas de tus dedos
todo lo recorro
todo lo siento
todo lo vivo
saboreando en la piel humana el aroma a hambre
de los saberes del pasado.