30 octubre 2008

sobrecama

Este gesto que os muestro
responde a las celdas
que vibran como aparentes semillas
en los ojos de todas las alcobas.

La cuestión puede ser
perdurar a la mugre de los vientos,
o cercar cornisas
(utopías urbanas)
o pastar con los silencios.

Yo dibujo ventanas
en cada fragmento de la vida
porque como vosotros
tengo esa tendencia absurda
de habitar jaulas.


Imanol Bueno Bernaola

24 octubre 2008

patíbulo

ha llegado el momento

es ahora
cuando yo acuso
al adán culpable
de todos mis lamentos

de todos los avisos
de última hora
que llegan tan tarde

después de los cubatas
de lenguas que me he bebido

tan blasfemos
tan incautos

se me ocurre recurrir
al básico elemento
que es uno o tal vez cuatro
para redimir estos pecados
que nadie limpia sin pereza

yo acuso
en mi casto estrato,
incendios de pobreza
burguesía con monóculo
y un tintineo en el bolsillo
de monedas pardas
como son los gatos al caer la tarde

quizá un gris devenir del odio
falta de oxígeno en la vela

quizá y
quién sabe a dónde
se dirige este dedo inerte
que señala
su nariz y la de al lado
como ateo bendiciendo la mesa
en navidades

tostemos, pues
el pavo de la conquista

ahorquemos en comunidad,
única fuente legítima,
a la insurgente de nosotras
que clama en lágrimas
"justicia"

pero, ¿para quién?

serás boba...

23 octubre 2008

terrores



¿cuándo se está preparada para afrontar el miedo?
si es siempre,
es que el miedo no se extingue

quizá él o yo nos hagamos más fuertes para derribarnos
a veces soy la que gana la partida
no voy a dudar de mis músculos
o de la potencia que puedo lograr
bebiendo de la vida.
otras me siento derrotada
por nieblas y fantasmas chinos
que encadenan las visiones
cuando de repente mi alrededor
parece teñirse de un opaco índigo
que nubla todo
incluso aquellas cosas que no puedo ver
incluso las almas que me circulan

y como sea que lo intangible
que nace de dentro de nosotros
traspasa la frontera de los cuerpos,
cuando pierdo,
aquello que toco pierde conmigo

pierde brillo, valor, pasión, y todo lo extinguible que no controlo

qué será de ese tiempo perdido
y neciamente recuperable
en el que sólo con bailar
podía abrirme por dentro
aunque estuviera hueca?

ahora que la plenitud sigue con sed
me pregunto si hay plenitud llena
o si mi exigencia ante el universo
me está dejando vacía

puedo seguir desayunando café y tabaco
para despertarme la pereza
y la insatisfacción constante
de quien lo duda todo
que el cosmos seguirá semejando
para mi leve existencia de cronopio,
un bazar de lujo
en el que no puedo comprar nada

tan sólo arañar como profesional del hurto
los sueños que me mantienen viva
la fe indefinida
de mi escéptico ruego sin pausa

es el credo de la lucha
para la que a veces me siento rota
la labilidad de los sentidos
empujando mi concentración
hacia confines de hiperrealidad
sin puerto

el miedo de siempre
con piel de cordero

yo soy la loba
que se merienda a sí misma

dentro de este reino

Podrías ser mi príncipe al rozar la punta del vestido que no llevo
el que me quité para complacer la desnudez del aura
porque soy batracio herido en combate de amor a espuertas

tejido de batalla
o cómo desearte sin negarme en el camino

Podrías ser príncipe de mi estado-nación
o de la ausencia-noción
de sensaciones
que delimitas con tus fronteras
el arrabal de estas prisiones
la lanza en paz que me bebo

Dejaría así de dolerme como apátrida
en un mundo que no es mio

abrazando la corona que lamentaron perder
con juramentos
los estadistas de mi asombro

aquellos plebeyos ávaros
que me consumieron la dulzura
antes de que llegaras tú para
reconquistar purezas e infecciones
en estas tierras fértiles que anudan mi cuerpo

antes de que llegaras tú
clavando banderas de besos
en las altas cumbres de mis dones
los cristales brillando
que en ocasiones marchito
sólo con poner carita de pena
y contarte lo banal
que vaga errante
en todos mis castillos

ahora se anuncia la condena
que si soy tercer estado
o reina absoluta
de mis anhelos

que si me lapidan
crecería
fielmente
hierba
a los pies de tus bancales

Orchidaceae

Kibutz Bajan, Israel


quién soy yo
a menudo tan sobria que empacho
mis sentidos
con cuestiones ebrias

quién me destapa
en la noche de sirenas
las escamas débiles
que quiebran mi dorso
sobre moquetas de otros reinos

quién
formula las preguntas
para las que no cesan las respuestas
y los responsos
y gemidos
y azufre
de mi pobre gabinete sin caramelos
de esos que se ofrecen
a las visitas nuevas

podría interrogarme
a veces en el cómo
sacarle más partido
a mi locuaz diálogo interno

pero quiero verdugos
y ensaladas de culpables
busco el horror
en la senda de las flores

quién soy yo
la orquídea obrera
que no se escucha
el carrusel de los enamorados
dando giros de placenta

sino amaneceres tardíos
que se tornan en rabia
después de llorar a los astros
y
gata sin dueño

Eurídice

No descendí a lo más bajo
sólo por el placer de hundirme
y rebozarme en arenas de las que nunca quise saber nada

había algo allí
algo que me llamaba
y que con sólo decir mi nombre
me retorcía las ubres de mimbre que tengo en el pecho

esas quebradizas fuentes
de lágrimas

quizá esperé encontrarte como Orfeo
con cítara en mi oido
para disiparme el miedo en la ruta
y dar calor a tientas

para envolverme como si fueras celofán
que no termina en mi cuerpo

quizá lo que buscaba
es ser regalo de temblores
el triste escalofrío de quien se inmola por vergüenza

pero no hubo cítara en mi estadía por el infierno
y qué sola se siente una
cuando se pasea sorda

mosquitera

Esta es la melancolía de mosquitera
el sedimento que me cubre como barro
como taza que no cede espacio al té
cayendo
en cascada
por el borde

Este es el retiro de quien no admite
aquello de "todo tiempo pasado fue mejor",
de "esto ya lo he visto antes"

Es la red que tengo delante
aferrada en forma de postal a la ventana de mis cumbres
benditas cimas temiendo embudos

¿Cómo hacer batidos de todo lo amado y vivido
para superar la criba de colador histérico,
de los remansos de gritos que soy ahora?

Es la pregunta del pasto verde
y la lluvia fina
Es el sol que hoy me toca
que aviva la sinuosa curva con punto
cuestionando siempre

Que tengamos suerte
me han dicho al oído

Aquí me tienes
dibujando flores con la imaginación intacta
y con esa impaciencia que trepa por las paredes
mejor que hormiga voladora sin temor al desafío

Sigo escuchando a lo lejos que tengamos suerte en el camino
Mientras la mosquitera me solicita las arañas deglutidas
en madrugadas de sueño informe...

jerusalem


Dejando una pequeña huella de la ciudad santa
Agosto 2008