20 abril 2008

china chana

La tranquilidad
Salta a menudo a mi paso en forma de barra de pan al mediodía
O se reencarna en el imprescindible papel perdido que sin duda se esconde por la casa
A veces también son burbujas espumosas que derraman bombas de jabón de baño
Y el run run viejo del motor de los autobuses en los que siempre me duermo,
El sonido envolvente del sitar y la tabla india cuando quiero estar sola

La tranquilidad
Puede aparecer en mitad de la nada o pillarme desprevenida siendo mota en marabunta
Comprendiendo cada paso tembloroso que intento
Bajo secreto de confesión
Parsimonia en decadencia que suplico con las manos en pantalón
Derrame hecho batido de mi prisa sin pausa

La tranquilidad
Puede no necesitar brazos en los que apoyarse
Porque vive y fragua en la forja de petición de piel
De una caricia que puedo elevar de la nada al ritmo de mi propio examen
Bailando sobresaliente con un simple chasquido de dedos

Me levanto del asiento del bus nocturno y solicito parada
Emergencia de calma
Y cena para una a domicilio
Que las noches son sólo horas muertas
Para descansar alma y retos
Leve apagón del sentir a tientas
Gateando a oscuras
En la soledad de mi averno

1 comentario:

Antonio J. Delgado dijo...

Me ha sonado a sitar, a música. A ver cuando te oigo a ti recitando. Tiene que ser relajante.