Sigue el camino de baldosas amarillas
y si no, te las inventas.
Así de fácil Dorothy, hija.
Búscate un poco la vida tú que puedes,
tú que eres la protagonista.
Si fueras la bruja del Este todo sería distinto.
Incluso si sólo fueras Totó en celo, las cosas cambiarían radicalmente.
Pero eres mona,
joven,
blanca,
europea.
Sigue el camino de baldosas amarillas.
Sabes donde está el sendero a casa.
Llevas los zapatos rojos, chica,
no te engañes a ti misma con que no sabes por dónde seguir.
Y de paso, sé feliz en el camino.
Te gustan los leones,
no le haces ascos a los robots
y sabes que,
en el fondo,
encontrarás un espantapájaros
ahuyentando el miedo en los maizales
que te inunden el destino.
¡Corre!
¿A qué estás esperando?
VICEVERSA
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Era la noche de un viernes cualquiera de los muchos que, por aquel
entonces, solía acudir a los generosos conciertos de la sala Edén. En el
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Hace 4 semanas
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