Miro y admiro
observo y relamo
tu útero, hermana,
tan lleno de respuestas.
Tan pleno y luna erguida
que sólo me tienta
empujar la corriente con las manos
intentar, como pez creyéndose el agua,
ser quien aviva el río.
Delineo tu interrogante,
la curva con punto y seguido que dejaste abierta
y me cuestiono, hermana,
si la confianza no será barro en las manos
y este palpitar, pálpito de nada.
Mientras tu corazón de fresa
estoico y elegante
se mece sobre la pared
clavado en una aguja,
cruzar el universo
semeja una batalla;
tu consejo, antiguas vidas,
tu sol de postre, eterna llama.
Miro y admiro tu útero fértil
te sigo despierta
dormida me sanas.
entréme donde no supe, y quedéme no sabiendo
-
he empezado a pergeñar el Sal A Remolinos. llevamos veintimuchos. se lo he
contado a G. y le han gustado varias ideas que tengo. yo, que no tengo idea
b...
Hace 2 días
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