Cuando tenía 14 años y lloraba por el primer amor perdido mi madre me dió un sabio consejo. "Tú tranquila hija", me dijo. "Hasta que no hayas repasado el alfabeto entero mejor no te conformes con ninguno". Ese día comencé el inventario de hombres. Ayer volví a llegar a la letra A y todavía no te he conocido.
taller 3 de marzo
VICEVERSA
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Era la noche de un viernes cualquiera de los muchos que, por aquel
entonces, solía acudir a los generosos conciertos de la sala Edén. En el
escenario M...
Hace 4 semanas
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